Sin esfuerzo.
Las rampas de acceso a los vehículos obligan a que los operadores ejerzan bastante fuerza para empujar o tirar las cargas a su interior.
La utilización de esta solución obliga a la existencia de mucho espacio en la zona trasera del vehículo y es habitualmente una operación con riesgo de deslizamiento de la carga, con posibles daños en personas y bienes.
Sin modificaciones.
Las plataformas elevadoras constituyen una de las mejores soluciones para carga y descarga de vehículos. No obstante, presentan algunos inconvenientes: son dispendiosas; requieren manutención regular; obligan a alteraciones irreversibles en los vehículos; solo son utilizables en vehículo donde se encuentran instaladas; no pueden ser instaladas en todos los vehículos (por ejemplo, en vehículos de la clase Mercedes Citan, Renault Kangoo, Citroën Berlingo, etc.); limitan la utilización de accesorios, por ejemplo, sensores de aparcamiento; en la mayoría de los casos, el neumático de reserva debe ser instalado en el interior del vehículo
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